Tener una rueda cambia la vida
A medida que colocas el pie en el pedal, sientes que el agarre se aprieta, mientras que la cubierta fresca y resistente presiona contra la parte interna de la pantorrilla. Con el talón izquierdo firmemente apoyado en el suelo, te inclinas y sientes la adrenalina al acelerar. No hay nada como la sensación de caer libremente hacia adelante y deslizarse por las calles de la ciudad bajo las estrellas: es pura felicidad.